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El botulismo, causado por la bacteria Clostridium Botulinum, es una afección grave causada por una toxina que ataca los nervios del cuerpo. Con el botulismo, los músculos que controlan los ojos, la cara, la boca y la garganta primero comienzan a debilitarse. Luego puede extenderse al cuello, brazos, tronco y piernas. Cuando comienza a afectar los músculos relacionados con la respiración, se produce una amenaza para la vida.
Clostridium botulinum produce toxinas llamadas toxinas botulínicas que se producen en condiciones de bajo oxígeno. Puede ocurrir debido a alimentos mal procesados. Especialmente los alimentos enlatados caseros y los alimentos fermentados son fuentes comunes de botulismo. Las esporas producidas por la bacteria Clostridium botulinum son resistentes al calor. Puede crecer fácilmente en ausencia de oxígeno y producir toxinas.
Las toxinas botulínicas son de 7 tipos diferentes: A, B, C, D, E, F, G. Tipos A, B, E y raramente F causan botulismo en humanos, mientras que los tipos C, D y E causan enfermedades en otros mamíferos, aves y peces. La detección de la bacteria Clostridium botulinum en los alimentos es un estudio importante para proteger la salud humana. De esta forma se previenen situaciones que pueden provocar la muerte.
