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Durante la pandemia, cambia nuestra percepción de nuestro entorno y nuestra comprensión de la seguridad. A medida que continúa la crisis de COVID-19, la seguridad de todo, desde las perillas de las puertas hasta los alimentos que comemos, se ha vuelto más importante.
El sector de la alimentación es uno de los más afectados por el periodo de pandemia. Las instalaciones de producción de alimentos en masa, los restaurantes y las empresas de alimentos preparados en general se vieron afectados por la epidemia de coronavirus.
Las demandas de los consumidores en la industria alimentaria han comenzado a cambiar y aumentar. Esta situación ha hecho obligatorias nuevas normativas en materia de seguridad y calidad alimentaria. Aunque la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) hizo hincapié en que no hay pruebas claras de que los alimentos sean una posible fuente o vía de transmisión del coronavirus, se ha alejado del concepto de comida preparada, sobre todo para protegerse de la epidemia de consumo. Esta situación provocó que los fabricantes hicieran nuevas regulaciones.
Se han dado algunos pasos importantes con el cambio de preferencias de los consumidores durante el período de pandemia y cuestionando la confianza en las empresas de alimentos. Al comienzo de estos pasos, dentro del alcance de la 'Guía de higiene, prevención y control de infecciones de Covid-19' preparada por el Instituto de Normas de Turquía (TSE), se comienza a entregar a los fabricantes el "Certificado de producción segura de Covid-19".
En el marco del mencionado documento, muchas empresas, especialmente las grandes productoras del sector alimentario, solicitaron la obtención del “Certificado de Producción Segura Covid-19”.
En general, esta norma incluye medidas que deben tomarse para muchos sectores diferentes. Sin embargo, el más importante y llamativo es, por supuesto, el sector de la alimentación. Los productores de alimentos que quieran obtener el Certificado de Producción Segura Covid-19 deben cumplir unas condiciones. En primer lugar, se debe realizar una evaluación de riesgos frente al Covid-19 dentro de la empresa.
Identificación temprana de personas que presenten síntomas entre los empleados, asegurando que quienes sobrevivan a la enfermedad asistan al trabajo durante 14 días después del aislamiento, implementación efectiva de medidas de higiene, prevención y control de infecciones, y las personas predeterminadas y asignadas que serán responsables de la operación y control de los procesos, para hacer frente a situaciones de emergencia Los primeros puntos a tener en cuenta son el hecho de que al menos una persona que esté lista para trabajar, haya sido capacitada, capacitación periódica de los empleados sobre las formas de transmisión y prevención de el virus, la correcta higiene de manos y limpieza ambiental y la concientización sobre el COVID-19 son los primeros puntos a tomar en las etapas de certificación.
La confianza del consumidor en las empresas alimentarias se garantizará auditando y documentando las medidas de Covid-19 en las empresas alimentarias.
