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Los óxidos nitrosos (NOx) son una familia interesante e importante de compuestos químicos que contaminan el aire. Los óxidos nitrosos son un grupo de siete compuestos. Entre ellos, el dióxido de nitrógeno (NO2) es la forma más común de óxido nitroso en la atmósfera producido por las actividades humanas. El dióxido de nitrógeno no solo es un importante contaminante del aire por sí solo, sino que también reacciona en la atmósfera para formar ozono y lluvia ácida en el aire ambiente.
El ozono, que forma la capa superior de la atmósfera, protege a la tierra de las radiaciones ionizantes del sol. La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA) ha establecido estándares para estos dióxidos de nitrógeno y ozono. Define los niveles de calidad del aire para proteger la salud pública y el bienestar público de los efectos adversos conocidos o esperados de la contaminación. El valor límite para el dióxido de nitrógeno es de 0,053 partes por millón.
Los óxidos nitrosos son los óxidos de nitrógeno más abundantes en el aire. Las emisiones de óxido de nitrógeno de la combustión son principalmente en forma de monóxido de nitrógeno. Los óxidos de nitrógeno, distintos del monóxido de nitrógeno del suelo, los rayos y los incendios naturales, son producidos en gran medida por la actividad humana. Las fuentes biogénicas generalmente representan hasta el 10 por ciento de las emisiones totales de monóxido de nitrógeno. Los vehículos de motor aportan aproximadamente la mitad de los óxidos de nitrógeno emitidos. Las calderas de las centrales eléctricas producen alrededor del 40 por ciento de las emisiones de óxidos de nitrógeno de fuentes estacionarias.
El dióxido de nitrógeno se encuentra en la atmósfera y en la lluvia ácida. Produce ácido nítrico cuando se disuelve en agua. La concentración de ozono presente es el producto de la contaminación por óxido nitroso y compuestos orgánicos volátiles (COV).
